Micrófono profesional de alta sensibilidad y detector de cámara espía
El T-8000 es un detector profesional de dispositivos espía. Es uno de los detectores de alta sensibilidad. Su autonomía es de 15 a 25 horas.
Espiar se ha convertido en una práctica común para vigilar un lugar o una conversación. Sin embargo, este tipo de operaciones puede afectar a la intimidad y a los secretos profesionales. Se trata de consecuencias graves, ya que la compra e instalación de un micrófono o una cámara espía son cada vez más fáciles. Para luchar contra el espionaje, es necesario disponer de un detector de microespía.
Este detector de micrófono espía puede detectar todos los dispositivos espía que operan en la banda de frecuencia de 1 MHz a 8 GHz. Esta alta sensibilidad permite detectar cualquier dispositivo dentro de un radio de 10 metros. Una luz y/o una señal sonora se activarán cuando el aparato detecte una dispositivo espía. ¿ Qué pasa. Cuanto más cerca esté el detector del dispositivo, más intensas serán las señales. La luz está escalonada en 9 niveles, el rojo es el más intenso mientras que el verde indica una señal muy débil.
Este detector de micrófono espía está equipado con una batería de polímero de 3,7 V. Esta le garantiza una autonomía de 15 a 25 horas. Sus dimensiones son de 12 cm x 6 cm x 2,5 cm y su peso es de sólo 214 gramos. Así que puedes llevarlo contigo durante días sin ser detectado y sin que este detector de voz micrófono espía es un obstáculo.
Ficha de datos
- Paper Type
- 12 cm x 6 cm x 2,5 cm
- Poids
- 214 gramos
- Type de batterie
- Polímero de litio
- Autonomía
- 3 a 8 p. m
- Rango de frecuencia detectable
- 1 MHz a 8 GHz
- Alcance del análisis
- 10 metros
Referencias específicas
Sí, los micrófonos pueden ocultarse en objetos comunes como lápices, relojes, cargadores de teléfonos celulares e incluso ropa.
Para utilizar un detector de micrófonos espía, enciéndalo y muévelo lentamente alrededor de la habitación atento a las señales de detección.
Sí, los micrófonos espía pueden emitir ruidos de fondo como chillones o chasquidos incluso cuando nadie habla en la habitación.